miércoles, 12 de noviembre de 2008

sábado, 8 de noviembre de 2008

jueves, 6 de noviembre de 2008

miércoles, 5 de noviembre de 2008

o meu siza - jorge carvalho


Mi Siza (O Meu Siza)

La arquitectura está a nuestro alrededor. Revistas, conferencias, comunican las últimas aportaciones. Todos andamos a su búsqueda. Comunicar es bueno pero no es suficiente. Un espacio de discusión, una escuela, una escuela global, es mejor. Sin embargo, la práctica de la arquitectura es todavia una búsqueda introspectiva y solitaria.
El método de Siza, en particular, no se comunica, porque ni siquiera Siza trabaja “A lo Siza”. La cualidad, en cuanto arquitecto, que lo permite no es el rigor, el conocimiento ni la cultura, ni siquiera la sabiduría. Es la libertad interior. Arquitecto es aquello que proyecta libremente y arquitecto es también aquello que proyectando con restricciones piensa de modo libre.
Siza nos muestra a través de su obra lo que es un abordaje ético de la arquitectura. La “ética” de Siza no es la ética de la deontología. No es la ética de la participación, ni del contextualismo, ni del ambientalismo. Su obra no es didáctica ni pedagógica. Es incluso, a veces, politicamente incorrecta. El proceso creativo que lleva a la realización de una obra de arquitectura, esta es esa ética.

(...)

Mantenemos la ilusión de ser libres, de confrontarnos con la complejidad, incomprensibilidad y densidad del mundo. Nos gustaría que la racionalidad que usamos fuera como un campo con diversos alineamientos y puntos de referencia, porque lo que es importante es la interrelación, no la jerarquía de las cosas, que nunca tiene significado alguno. La arquitectura no excluye nada.

A través de la arquitectura podemos hacer oir cosas sin decirlas, conectar lo que no puede ser conectado. Para un arquitecto, la actitud estética es intrínseca a su responsabilidad social, aunque sea mientras escoge la situación de una silla en una sala. Así es como asumimos responsabilidad hacia todo aquello por lo que no podemos ser responsables. Nuestras acciones tienen una importancia real sólo por ser arquitectura.

martes, 4 de noviembre de 2008

sábado, 18 de octubre de 2008

matrícula. plazo abierto

los datos de la matrícula los podéis encontrar el el centro de formación permanente. cfp. enlace

lunes, 14 de julio de 2008

FRANCISCO SILVESTRE NAVARRO, ponente y profesor del taller





SIZA


Son muchas las preguntas que surgen al conocer la personalidad y la obra de Álvaro Siza. Entre ellas fascina cuestionarse qué es lo que hace que su obra adquiera la cualidad de atravesar el tiempo y no quedar obsoleta.
Sorprende ver antiguas publicaciones en las que sus trabajos aparecen atemporales, ya clásicos, mientras que la información y los proyectos que los rodean caducan. Y eso es sólo el preludio de lo que sucede al visitar las obras, unas obras que consiguen consensuar a generaciones muy distantes. Unas obras en la que se ven reflejados autores internacionales con valores que se podrían aceptar como antagónicos. Una biografía de largo recorrido plagada de premios, monografías y consagraciones que lo transforman en una autoridad cultural incontestable, en un mundo de imágenes fugaces que es posiblemente su opuesto.
Quizás en su arquitectura el reconocimiento adquiere su significado más completo al enraizarse en la naturaleza de lo evidente. Examinando los conflictos y los placeres de los actos cotidianos de la vida humana, lo cual caracteriza a la arquitectura frente a otras artes. Asumiendo la diversidad necesaria como solución, no como caligrafía ostentada. Aunando una dualidad que consigue que todas las resonancias y estímulos formen parte de un todo con su propia identidad, vinculado a su entorno. Consiguiendo el frágil equilibrio que permite dejar libre al proyecto sin
perderlo.
Destacar la importancia de los dibujos en la obra de Siza podría parecer un lugar común. Pero no lo es, pues estos dibujos inventaron, o mejor redescubrieron, un método de aproximación al proyecto. Rescataron la anciana sabiduría del placer de mirar, superando limitaciones de la razón, superando técnicas sofisticadas que también se incorporan al proceso creativo. Una herramienta que permite imaginar lo posible y lo que aún no lo es, que genera una potencia e ilusión contagiosas capaz de motivar una producción tan incesante e incansable. Sucesivas iteraciones con unos dibujos técnicos de extremado rigor, aproximan a lo concreto de cada situación, y lo plasma en una realidad tangible. Surge así un diálogo, entre un conocimiento científico y una idea que evoluciona, que se sintetiza desde un procedimiento abierto y crítico.
Sería necesario revivir toda una biografía para arrojar luz y descifrar el proceso de una inteligencia creadora en el que una memoria cultivada mediante años de mirada atenta funde la imaginación con el recuerdo y permite confrontar a estos con las exigencias del contexto concreto.
Puede que sólo quede la posibilidad de atender y disfrutar de su obra con la misma actitud, buscando descubrir un puente que une antiguos conocimientos con lo que ha de venir.

F SILVESTRE NAVARRO